sábado, 11 de agosto de 2007

El Rey Carlos


En el año 1998 llegó a Boca Carlos Bianchi, su misión era tratar de acomodar un equipo que el jugador Diego La Torre lo calificó como cabaret.
La tarea no era fácil. Bianchi pone condiciones antes de asumir la dirección técnica de Boca, el Virrey quería limpiar del plantel a dos emblemas de la historia del Xeneize, Diego y Cani.
Luego de la desvinculación de los futbolistas Bianchi comienza el siclo más exitoso en la vida de Boca. El técnico le brindó la seguridad que necesitaba Oscar Córdoba para adueñarse del arco Xeneize. Armó una muralla defensiva y que todos la repetíamos de memoria, Ibarra Bermúdez Samuel y Arruabarrena. En le mitad de la cancha alternaban Cagna, Navas, Basualdo y Gustavo Barros Schelotto; pero el mediocampista dueño del mediocampo fue el Chicho Serna, un jugador fenomenal, que tenía huevo, un futbolista con características muy parecidas a un símbolo de Boca, Blas Giunta.
No hace falta decir quién era el mediocampista ofensivo que organizaba el equipo y aportaba su estupenda calidad, que le permitió ser uno de los cinco mejores jugadores del mundo en su puesto; el diez era Riquelme.
Bianchi le dio la continuidad que no tenía en la etapa del Bambino a una de las duplas mas exitosas de Boca y del fútbol argentino, Guillermo – Palermo. Uno se ocupaba de desbordar con su habilidad y sus mañas que complicaban a las defensas contrarias (uno nunca entendió como un jugador de estas características no vistió la camiseta de la selección) y el otro que aportaba su capacidad goleadora. En la delantera rotaban Barijho, la bolita Gimènez. Adrián Guillermo, el chelo Delgado; Boca fue múltiple campeón nacional e internacional
Luego de una recordada pelea entre Bianchi y Macri, el Virrey vuelve a la Boca para seguir haciendo historia en nuestra institución; si bien no fue el formidable equipo de la primera etapa era un equipo temible, tal punto que a los innombrables les dimos un baile de novela, le ganamos 2 a 0 en el monumental y les hicimos precio.
El entrenador puso su confianza a un jugador que empezó como arquero y terminó como un arquerazo; Roberto Abbondanzieri. Una defensa aceptable defensa con Ibarra Schivavi; Burdisso; y Clemente Rodriguez. Un interesante medicampo con jugadores con una larga experiencia en el fútbol argentino, como Cagna y Cascini; la juventud de un medicampista que con el tiempo fue acumulando la experiencia de los jugadores nombrados, Battaglia y Villareal; alternaban Donnet; Caneo y el chavo Pinto.
La delantera estaba compuesta por un Tevez imparable e intratable que fue factor fundamental en el esquema de Bianchi y Iarley, que por momentos mostraba su buen juego; la habilidad el Chelo Delgado, lo que siempre representó para los contrarios la presencia de Guillermo; y el aporte de Franco Cangele; Boca nuevamente ganó todo lo que jugó.
En el torneo siguiente no salimos campeones de la Libertadores pero ganamos un partido que no nos olvidaremos nunca. Una semifinal de copa, contra los innombrables, ante un estadio repleto de gallinas; les ganamos por penales y se quedaron afuera de la final. Los hinchas de River se quedaron callado, más callado de lo que son habitualmente y pasamos a jugar una final que curiosamente perdimos por tiros desde el punto de penal.
No se entiende como un técnico, que ganó todo y que fue pilar fundamental para que hoy Boca sea rey de copas, nunca dirigió la selección argentina; pero bueno el padrino de la AFA se lo perdió y Boquita lo aprovechó…

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