Boca le ganó a Racing por 3 a 0, con goles de Cardozo, Palacio el titán Martín Palermo y extendió sus paternidad frente a la academia.
El resultado fue justo. Boca fue más equipo, recuperaba rápido la pelota en el mediocampo, circulaba el balón con solvencia y creaba situaciones de peligro.
En el primer tiempo Boca fue ampliamente superior a Racing, pero no podía concretar su superioridad en la red. Rodrigo tuvo dos opciones claras de gol. El conjunto dirigido por Gustavo Costas, jugó un muy mal partido, a tal punto que me hizo acordar el patético cotejo que el Xeneize disputó ante los innombrables.
El segundo tiempo fue igual, Boca continuaba con el poder del balón, con la diferencia que llegaron los tan merecidos goles. Luego de una jugada individual, Neri Cardozo convirtió un verdadero golazo al clavar el esférico en el ángulo superior izquierdo del arco defendido por Navarro.
Palacio recibió un perfecto pase de Banega y definió de manera perfecta ante la salida del guardavalla de Racing, fue el 2 a 0 y como dice un famoso relator « PARTIDO LIQUIDADO».
La frutilla del postre la puso el gran goleador del fútbol argentino, Martín Palermo, que le faltan 8 goles para quedar en la historia grande de Boca y del fútbol argentino. Sergio Pezzotta observó un clarísimo penal y el titán cambió el tiro de los doce pasos por gol, luego de una exquisita ejecución.
Boca jugó bien. Paletta, seguro en la defensa. Cardozo dejó de noviar y fue aquel muchacho que tan bien jugaba en la era Basile. Banega se reivindicó, luego del clásico y jugó un estupendo partido. Recuperó la bocha en el medio y ordenó al equipo al igual que el Seba Battaglia. Palacio estuvo encendido y fue desequilibrante tanto por derecha como por izquierda. Palermo aportó lo suyo, juego, toques lujosos y el gol que lo pone cada vez más cerca del rècord.
Bien Boca, no dejó pasar la oportunidad y se prendió de nuevo, en un campeonato pobre, el Xeneize quedó muchas veces afuera del mismo y pudo siempre revertir la historia.
Ganó Boca y Racing sigue siendo nuestro hijo, ya casi bis nieto y le dicen Academia…
El resultado fue justo. Boca fue más equipo, recuperaba rápido la pelota en el mediocampo, circulaba el balón con solvencia y creaba situaciones de peligro.
En el primer tiempo Boca fue ampliamente superior a Racing, pero no podía concretar su superioridad en la red. Rodrigo tuvo dos opciones claras de gol. El conjunto dirigido por Gustavo Costas, jugó un muy mal partido, a tal punto que me hizo acordar el patético cotejo que el Xeneize disputó ante los innombrables.
El segundo tiempo fue igual, Boca continuaba con el poder del balón, con la diferencia que llegaron los tan merecidos goles. Luego de una jugada individual, Neri Cardozo convirtió un verdadero golazo al clavar el esférico en el ángulo superior izquierdo del arco defendido por Navarro.
Palacio recibió un perfecto pase de Banega y definió de manera perfecta ante la salida del guardavalla de Racing, fue el 2 a 0 y como dice un famoso relator « PARTIDO LIQUIDADO».
La frutilla del postre la puso el gran goleador del fútbol argentino, Martín Palermo, que le faltan 8 goles para quedar en la historia grande de Boca y del fútbol argentino. Sergio Pezzotta observó un clarísimo penal y el titán cambió el tiro de los doce pasos por gol, luego de una exquisita ejecución.
Boca jugó bien. Paletta, seguro en la defensa. Cardozo dejó de noviar y fue aquel muchacho que tan bien jugaba en la era Basile. Banega se reivindicó, luego del clásico y jugó un estupendo partido. Recuperó la bocha en el medio y ordenó al equipo al igual que el Seba Battaglia. Palacio estuvo encendido y fue desequilibrante tanto por derecha como por izquierda. Palermo aportó lo suyo, juego, toques lujosos y el gol que lo pone cada vez más cerca del rècord.
Bien Boca, no dejó pasar la oportunidad y se prendió de nuevo, en un campeonato pobre, el Xeneize quedó muchas veces afuera del mismo y pudo siempre revertir la historia.
Ganó Boca y Racing sigue siendo nuestro hijo, ya casi bis nieto y le dicen Academia…
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